sábado, 13 de enero de 2018

Ganas...

No debería pero me gusta soñarte, besarte, tocarte, me encanta todo de ti. Me gusta que mis labios acaricien tu rostro, tu cuerpo, que sientas como te besan, te tocan, que sientas mis cálidas manos rozando toda tu piel, tu cuerpo, desde tu suave pelo, pasando por tu cuello, tu pecho, y allí me detengo, observándote, provocándote, sin dejar de acariciar, mis labios te buscan con pasión y mis manos siguen recorriendo tu cuerpo, besándolo. Y lo único que quieres es sentir es mi cuerpo sobre el tuyo.

miércoles, 3 de enero de 2018

¡Qué más da!

Que hablen, déjalos que hablen. Total, ninguno sabe la verdad, ninguno la quiere saber. Prefieren inventar y decir que escuchar y conocer. Si hemos llegado a donde estamos, no ha sido por ellos, sino por nosotros. Única y exclusivamente por nosotros.
Ninguno conoce nuestra historia, ninguno pregunta. Se limitan a hablar de lo que no saben y viven su vida a través de la nuestra. Bueno, pues déjalos que hablen, nosotros conocemos la verdad.
No les des el poder que reclaman, la atención que necesitan para seguir hablando sin sentir que están malgastando su vida con tanto atender a la nuestra. No, no les dejes que interrumpan, no les prestes atención.
Vivamos como lo hemos hecho siempre, mirando sólo hacia el futuro y obviando tanta tontería que se reparte a nuestro alrededor. Mientras seamos felices juntos, deja que hable el mundo, que diga lo que quiera al tiempo que nosotros sonreímos de cara a la galería y seguimos viviendo nuestra propia vida de la forma en que nos venga en gana.
Somos libres para vivir como queramos, disfrutemos del camino y que sean otros los que pierdan vida en preocuparse por lo que hagamos.
Qué más da lo que digan, qué importa lo que piensen si nosotros somos felices. Que hablen, que digan, que piensen, mientras nosotros vivimos y disfrutamos de una vida que se ha vuelto maravillosa desde que la camino a tu lado.

martes, 2 de enero de 2018

Hoy quizá si... :-)


Llevo horas frente al escritorio recordando todos los momentos vividos. Ese día que nos reímos tanto que nos empezó a doler la tripa, la vez que acabamos empapados por culpa de la lluvia y corrimos a escondernos en los soportales, los menús y las nuevas cenas, la música de fondo, nuestro primer baile, la primera vez que nuestros ojos se miraron con ternura, nuestras sesiones de fotos y los planes improvisados de última hora. 

Ese día que me contaste quién eras. Poco a pocoEn cientos de conversaciones que han tocado el alba y se quedaron a ver el amanecer porque ninguna se quería ir a la cama. Ese día que, en verdad, han sido muchos, porque cada día sigues enseñándome algo nuevoAlgo diferente. Algo que no había visto antes. Tienes, y creo que siempre tendrás, esa extraña capacidad para no dejar nunca de sorprenderme.

Para darle la vuelta a la tortilla en los momentos más difíciles. Para hacerme reír o, simplemente, cogerme de la mano y, en silencio, hacer que las cosas parezcan de repente más sencillas. Tienes lo que se dice magia. Porque, aunque cualquiera puede sacarse un truco de la manga, devolver la ilusión está al alcance de solo unos pocos. Y sé, por propia experiencia, que no es nada fácil. Ojalá no cambies. Y sigas soñando despierto. Ojalá nunca se agoten tus palabras ni tus ganas de luchar por muy difíciles que se pongan las cosas. Ojalá tu cabezonería te lleve muy lejos y no te haga olvidar que no pierde quien se equivoca sino quien deja de pelear. Que puede que te sientas solo, pero eres el sol de muchas personas, aunque la importante soy yo. Y que si tú te apagas, el cielo brillará menos. No te lo digo por compromiso. Sabes que no soporto los cumplidos y detesto decir las cosas por decir. Pero eres especial. Eres la suerte que solo unos pocos (y, a veces, ni ellos) son capaces de apreciar. Así que gracias. Por si nadie te lo dice. Por si se te olvida que no hay nadie como tú. Por si te apartan la mirada y te hacen pensar que no vales nada. Porque eres un regalo. De esos que te da la vida y es infinitamente mejor que cualquiera de las cosas que uno podía haber imaginado. De esos que te recuerdan las cosas importantes de la vida. De esos que en los momentos tristes siempre son capaces de sacarte una sonrisa.

lunes, 1 de enero de 2018

Estoy aquí, a tu lado.

Buenos días Cari, sé lo que necesitas y necesitas que te dé un abrazo de esos que curan el alma. 
Sé que han sido unas semanas difíciles y vendrán muchos días más, pero yo estaré aquí para sostenerte y que nunca te caigas.
Si no quieres hablar no hables, si no puedes reír no importa  lloramos juntos, aunque dudo que estando a tu lado no te rías. 
Pero eso sí, me necesitas. Deseas un abrazo de los que pegan el corazón cuando esté ha sufrido una gran golpe y se ha roto en mil pedazos, y ese abrazo, te guste o no, ya sólo te lo puedo dar yo.
Te quiero no lo olvides, y eso puede con todo, por muy difíciles que soplen los tiempoS.
Fdo. Julia.