A lo largo de mi vida he aprendido a que tengo que aprender a no cometer dos veces el mismo error. A lo largo de mi vida he aprendido que soy muy fácil de engañar. En resumen, a lo largo de mi vida he aprendido, que soy tonta. Siempre he sido una persona muy inocente, siempre he sido una persona que piensa que no existe la maldad. Siempre he sido una persona demasiado buena. ¿Y que he conseguido a cambio? Cicatrices, muchas cicatrices... Algunas profundas, otra leves, algunas que han sanado heridas y otras que aún tienen que hacerlo. En la vida me han dado muchos palos y aún así he continuado creyendo en lo bonito que es vivir y en el eterno amor. Soy una estúpida. Una ilusa, lo sé. Pero no puedo evitar creer en que encontraré a alguien con quien compartir mi vida. En que me querrá y en que yo lo querré eternamente. Mis desilusiones han sido tantas y tan grandes que a veces creo que aún me duelen como si acabaran de suceder. Que a veces siento que el corazón se me vuelve a despedazar en trozos cada vez más pequeños, hasta el día en que no me quede ni un cacho, hasta que finalmente, rompo a llorar. No sé que más hacer en esos momentos. Después de un tiempo guardando los sentimientos, en esta noche de tormenta, necesito sacar todo que tengo acumulado durante días. A veces creo que caigo tantas veces en el mismo error porque necesito que me hagan daño, pero sé que no es así. Realmente me quiero engañar y esconder que necesito todos aquellos momentos antes de caer, en los que creo ser feliz. Aunque sé que finalmente, volveré a caer de bruces, me dejo engañar, creyendo que así alcanzaré la felicidad.
No sé si algún día llegare a encontrar esa luz que me curé todas las heridas del alma, que me llene y que consiga mostrarme el camino. Yo no pierdo la fe. Como suelen decir, la esperanza es lo ultimo que se pierde. No sé si encontraré eso que busco, esa persona que me llene con una mirada, esa persona que no me falle..
En fin, cicatrices, son solo una mera marca para recordarnos los fallos y que es lo que hicimos mal en su día. Cicatrices, cada una tiene su historia, cada una tiene su doloroso final. Fallos y más fallos, que algún lejano día conseguiremos corregir. Tenemos que mirar al pasado y saber en que nos equivocamos. En eso fallamos. En querer olvidar precipitadamente todo lo ocurrido para no causarnos más dolor, pero eso permite que volvamos a caer otra vez, y otra, y otra, y otra...
Pero yo tomé una decisión. Cambiaré, no sé como, pero lo haré. No volver a caer de nuevo. No me equivocaré más. Simplemente, se te acabó el juego. Esta vez, para siempre.