lunes, 13 de febrero de 2017

Se acaba...

Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que no me importa. 
No tengo paciencia para la hipocresía, las críticas y exigencias superiores de cualquier índole. Ya no pretendo agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. 
Ya no dedico un minuto a quien manipula o miente a descaro. 
No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. 
Ya no tengo paciencia para quien no merece mi paciencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario